De los diez millones de personas enfermas del mal de Chagas en el mundo,
menos del 1% recibe tratamiento debido, sobre todo, a que se trata de
una enfermedad "silenciosa", que ataca en forma "clandestina" a sus
portadores, afirmaron este martes expertos reunidos en Bolivia.
Los
avances en la investigación y tratamiento de esta enfermedad
protagonizan en la ciudad central de Cochabamba la "Semana del Chagas",
organizada por una docena de organizaciones sin fines de lucro y centros
de investigación de varios países preocupados por los estragos de la
también llamada "enfermedad de los pobres".
La enfermedad de
Chagas, cuyos afectados sufren lesiones crónicas irreversibles en sus
órganos internos, está ocasionada por el parásito Trypanosoma cruzi que
es transmitido al organismo por la picadura de las "vinchucas" o
"chinches" un insecto presente en casas, granjas, establos y otros
locales de labranza.
El Chagas, llamado así por el médico
brasileño que la descubrió, Carlos Chagas, es una de las 17 enfermedades
tropicales "olvidadas", según la denominación de la Organización
Mundial de la Salud, ya que desde los años 60 no se desarrollaban nuevos
fármacos para tratarla.
Esto se debe a que males como éstos no
resultan "interesantes para la investigación ni para la inversión por
parte del sector privado", explicó a Efe la directora de la fundación
Mundo Sano, la argentina Silvia Tarragona.
10 millones de casos
Se
calcula que en el mundo 10 millones de personas padecen la "enfermedad
de los pobres" y unos 100 millones están en riesgo de contraerla, según
la organización internacional Iniciativa Medicamentos para las
Enfermedades Olvidadas (DNDi, por sus siglas en inglés).
Anualmente
se presentan 55.000 nuevos casos, la mayoría en América Latina, donde
la enfermedad es endémica y causa unas 12.000 muertes cada año, agregó
esa institución.
Según Tarragona, pese a que hay avances en el
diagnóstico y tratamiento, actualmente menos del 1% de las personas con
Chagas está siendo tratada y una de las razones para ello es que mucha
de la población infectada "no sabe que lo está".
"Y si sabe que
lo está, no sabe cuán riesgosa puede ser la enfermedad, no sabe que le
puede producir la muerte, entonces no lo ve como un problema porque no
le pasa nada, no tiene ningún síntoma, puede estar así 30, 40 años sin
que le pase nada", añadió Tarragona.
En Bolivia, uno de los
países con mayor incidencia, una de las víctimas de esta enfermedad
"silenciosa" fue el actual ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes.
Fuente: El Universo
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