La violencia hacia los niños está presente en la sociedad ecuatoriana
y tiene que ver con machismo, ignorancia, exclusión y falta de afecto.
Cuando un niño hace algo mal es común que los padres lo castiguen, pero no debería ser maltratado. Los niños necesitan tener una disciplina, un camino a seguir que
sea válido y les ayude a sobrevivir. Las normas las puede fijar desde el
comer, hacer deberes, hasta el comportamiento en la calle.
Un sistema de premios y castigos con tarjetas de caritas felices y caritas tristes es una buena opción. Haga una tabla y si su hijo hace algo bien, asígnele una cara feliz.
Por cada cinco que obtenga, merece un premio o tiene derecho a algo. Pero cuando se porte mal, una cara triste anula a la feliz.
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